Por José Granados Fernández
Twitter: @JoseGranadosF

Lo sucedido es inadmisible en medio de la pandemia del letal Covid-19 que tiene acorralado al departamento del Atlántico y a Barranquilla.

Lo que aparentemente era una actividad más en redes sociales de una ex reina del Carnaval, terminó siendo un comportamiento irresponsable y de tráfico de influencias cuando crece el masivo contagio.

Por esa irresponsabilidad es que este caso cobra relevancia, porque no solo son irresponsables los miles de vecinos que violan el aislamiento obligatorio en los barrios del sur de Barranquilla o en Soledad, Malambo y demás municipios del Atlántico, sino aquellas familias que desde sus mejores posiciones sociales también infringen la cuarentena, violan el distanciamiento social, no cumplen con las medidas de bioseguridad y acuden al tráfico de influencias para satisfacer sus egos como influencers o vedettes de las redes sociales criollas.

La ex reina del Carnaval Marcela García Caballero publicó la mañana de este miércoles en su Instagram una historia en la que contaba que iba de viaje para un “sorteo de vacas”, que estaba en el ferry que cruza para Salamina, Magdalena, porque iba para “Piñoncity”, el municipio de El Piñón de donde es oriunda su familia materna, a comprar un ganado porque se iba a “volver ganadera”.

Mostró que iba con Sergio Chams, su novio, que también había decidido a volverse ganadero. Y la acompañaba la actual reina del Carnaval, Isabella Chams.

En otra camioneta iban su mama Mireya Caballero, su papá Augusto García, y un ayudante de la familia, Lucho, que también se iba a convertir en ganadero comprando su primera vaca.

Esa publicación alertó a la Gobernación del Magdalena. A las 9:30 a.m. el secretario del Interior, José Humberto Torres envió el siguiente mensaje en Twitter: “Hemos solicitado a la Policía del Magdalena verificar está información y permisos de movilidad de estas personas para su ingreso al departamento del Magdalena” y agregó en el mismo: “Nadie está por encima de la Ley”.

El trino iba acompañado del video en el que Marcela García informaba lo que estaba haciendo y lo que iba a hacer.

Para cruzar el río los viajeros tardaron dos horas debido al flujo vehicular. Cuando llegaron a Salamina, a bordo de las dos modernas camionetas, los esperaba la Policía. De inmediato les pidieron sus identidades y les preguntaron a qué actividad se dedicaban.

El informe policial describe que dijeron que eran ganaderos, que se dirigían a la finca Las Pavitas en El Piñón a comparar un ganado. Sin embargo, dice el informe, al momento de solicitarles los permisos pertinentes “ellos manifiestan no contar” con los mismos; les preguntaron si portaban algún carné o documento que los certificara como ganaderos y dijeron que tampoco los tenían.

Los policías les hicieron caer en cuenta que no estaban dentro de las excepciones del Decreto 749 del 28 de mayo de 2020, emitido por la Presidencia, por lo que no podían continuar su recorrido.

Entonces comenzó el tráfico de influencias. Llamaron a Asoganorte, Asociación de Ganaderos del Norte, para que les certificaran que eran ganaderos. De manera exprés, con la firma del director ejecutivo de este gremio, Julián Saade, les enviaron los seis documentos individuales por wasap.

Además, de manera rápida consiguieron que el alcalde de El Piñón, Jhair Caballero Varela, primo de la ganadera Mireya Caballero, enviara copia del Permiso de Movilización 003 en el que autorizaba la circulación de los viajeros barranquilleros.

Cuando pensaban que todo estaba solucionado con los mandados que les hicieron, la Policía les dijo que el Permiso de Movilización del alcalde Caballero estaba basado en el Decreto 636 del 6 de mayo de 2020 que había sido derogado por la Presidencia, a raíz de las medidas restrictivas por la cuarentena. Es decir, el permiso era ilegal.

Y les notificaron que para circular por el Magdalena necesitaban un permiso de la Gobernación.

A las 2:30 de la tarde, dice el informe de la Policía, los viajeros se devolvieron para Barranquilla, pero ya habían hecho público todo un mal ejemplo en medio de la cuarentena.

Las reinas Marcela García Caballero e Isabella Chams les deben, como figuras públicas, disculpas a Barranquilla, el Atlántico y el país. La pandemia del Covid-19 no es un juego ni un paseo.